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Wikipedia de Hades

En la onda de la publicación de mi fic The Hades Family, disponible aqui; Por aca mi investigacion a cerca de Hades [Wikipedia Incluida], mi otõsan... ^_^

*Aviso: La seccion de Hades (Saint Seiya) tiene unos GRANDES spoilers de la serie. Conste que avise...*



Hades

De Wikipedia, la enciclopedia libre


En la mitologĆ­a griega Hades (en griego antiguo į¾Ī“Ī·Ļ‚ Hadēs, originalmente į¼Ī¹Ī“Ī·Ļ‚ Haidēs o į¼ˆĪĪ“Ī·Ļ‚ AĆÆdēs, de origen incierto,[1] aunque se suele asociar con į¼€ (privativa) + ἰΓεῖν (‘ver’), es decir, ‘el que no ve’ o ‘el invisible’)[2] alude tanto al antiguo inframundo griego como al dios de los muertos. La palabra hacĆ­a referencia originalmente sólo al dios; ἐν o εἰς į¾Ī¹Ī“ĪæĻ (‘en [el lugar de] Hades’) era una abreviatura para su morada y finalmente el nominativo llegó tambiĆ©n a designar la morada de los muertos.

Hades tambiĆ©n era conocido con la perĆ­frasis Plutón (en griego antiguo Ī Ī»ĪæĻĻ„Ļ‰Ī½ Ploutōn, del verbo πλουτέω, ‘enriquecerse’), y asĆ­ fue conocido, ademĆ”s de como Dis Pater y Orcus, en la mitologĆ­a romana. El dios etrusco equivalente era Aita. «Hades» es a veces usado por los cristianos para referirse al lugar en el que residen las almas que han caĆ­do en desgracia.



Contenido

Hades, la morada de los muertos

Había varias secciones en el Hades, incluyendo los Campos Elíseos (en contraste con el Paraíso o Cielo cristiano) y el TÔrtaro (similar al Infierno cristiano). Los mitógrafos griegos no son totalmente consistentes sobre la geografía de la otra vida.

Un mito sobre la otra vida completamente opuesto se refiere al Jardín de las Hespérides, con frecuencia identificado con las Islas de la Bendición.



En la mitologĆ­a romana, una entrada al Inframundo estaba localizada en el Averno, un crĆ”ter cercano a Cumas que fue la ruta usada por Eneas para descender a Ć©l. Por sinĆ©cdoque, «Averno» puede usarse como referencia a todo el inframundo. Los Inferi Dii eran los dioses romanos del inframundo.

Los fallecidos entraban al inframundo cruzando el río Aqueronte, porteados por Caronte, quien cobraba por el pasaje un óbolo, pequeña moneda que ponían bajo la lengua del difunto sus piadosos familiares. Los indigentes y los que no tenían amigos ni familias se reunían para siempre en la orilla cercana. El otro lado del río era vigilado por Cerbero, el perro de tres cabezas derrotado por Heracles (Hércules para los romanos). MÔs allÔ de Cerbero, las sombras de los difuntos entraban en la tierra de los muertos para ser juzgadas.



Los cinco rƭos del Hades eran Aqueronte (el rƭo de la pena), Cocito (lamentos), Flegetonte (fuego), Lete (olvido) y Estigia (odio). El Erƭdano era tambiƩn considerado un rƭo del Hades por Virgilio. El Estigia formaba la frontera entre los mundos superior e inferior.

La primera región del Hades comprendía los Campos de Asfódelos, descritos en la Odisea XI, donde las almas de los héroes vagan abatidas entre espíritus menores, que gorjean a su alrededor como murciélagos. Sólo la ofrenda a ellos de libaciones de sangre en el mundo de los vivos pueden despertarlos durante un tiempo a las sensaciones de humanidad (compÔrese con los vampiros).



MĆ”s allĆ” quedaba el Ɖrebo, que puede usarse como un eufemismo para el Hades, cuyo nombre era temido. HabĆ­a en Ć©l dos lagos: el de Lete, a donde las almas comunes acudĆ­an para borrar todos sus recuerdos, y el de Mnemósine (‘memoria’), de donde los iniciados en los Misterios preferĆ­an beber. En el antepatio del palacio de Hades y PersĆ©fone se sentaban los tres jueces del Inframundo: Minos, Radamantis y Ɖaco. AllĆ­, en el trivium consagrado a HĆ©cate, donde los tres caminos se encontraban, las almas eran juzgadas, volviendo a los Campos de Asfódelos si no eran virtuosas ni malvadas, enviados al camino del tenebroso TĆ”rtaro si eran impĆ­as o malas, o al ElĆ­seo con los heroicos o los benditos.



Hades, seƱor del inframundo

En la mitologĆ­a griega, Hades (el ‘invisible’), el dios del inframundo, era un hijo de los Titanes Crono y Rea. TenĆ­a tres hermanas mayores, Hestia, DemĆ©ter y Hera, asĆ­ como dos hermanos menores, Poseidón y Zeus. Juntos constituĆ­an la mitad de los dioses olĆ­mpicos.

Tras hacerse adulto, Zeus logró obligar a su padre a que regurgitase a sus hermanos. Tras ser liberados, los seis jóvenes dioses, junto con los aliados que fueron capaces de lograr, desafiaron el poder de sus padres y tíos en la Titanomaquia, una guerra divina. Zeus, Poseidón y Hades recibieron armas de los tres Cíclopes como ayuda para la guerra: Zeus una lanza de truenos, Poseidón un tridente y Hades un casco que proporcionaba invisibilidad al que lo llevase. En la noche anterior a la primera batalla Hades se puso su casco y, siendo invisible, se infiltró en el campamento de los Titanes y destruyó sus armas. La guerra duró diez años y terminó con la victoria de los jóvenes. Tras esta victoria Hades y sus dos hermanos menores, Poseidón y Zeus, echaron a suertes los reinos a gobernar. Zeus se quedó con el cielo, Poseidón con los mares y Hades recibió el inframundo, el reino invisible al que los muertos van tras dejar el mundo, así como todas las cosas bajo tierra.



Hades obtuvo su consorte definitiva, Perséfone, mediante artimañas, en una historia que conectaba los antiguos misterios eleusinos con el panteón olímpico. En muchos de los tratados de mitología griega no se afirma que Hades y Perséfone tuvieran descendencia. Sin embargo, en otros se dice que son los padres de las Erinias: Tisífone, Megera y Alecto.

A pesar de las connotaciones modernas de la muerte como «maldad», Hades tenĆ­a en realidad un carĆ”cter mĆ”s altruista en la mitologĆ­a. A menudo se le retrataba mĆ”s como pasivo que como malvado: su papel era a menudo mantener un relativo equilibrio.



Hades reinaba sobre los muertos, con la ayuda de demonios sobre los que tenía completa autoridad. Prohibió estrictamente a sus súbditos abandonar sus dominios y se enfurecía bastante cuando alguien intentaba abandonarlos o si alguien intentaba robarle alguna de sus presas.

Aparte de Heracles, las únicas personas vivas que se aventuraron en el Inframundo fueron todas héroes: Odiseo, Eneas (acompañado por la Sibila), Orfeo, Teseo y Psique. Ninguno de ellos estuvo especialmente satisfecho con lo que presenciaron en el reino de los muertos. En particular, el héroe griego Aquiles, a quien Odiseo se encontró en el Hades (aunque algunos creen que Aquiles habita en las Islas de la Bendición), dijo:
No me hables con dulzura de la muerte, glorioso Odiseo. Preferirƭa servir como mercenario a otro antes que ser el seƱor de los muertos que han perecido.



Culto
Hades, etiquetado como Plouton, ‘el rico’, porta una cornucopia en un Ć”nfora Ć”tica de figuras rojas, c. 470 a. C.

Hades, dios de los muertos, era un personaje temible para aquellos que aĆŗn vivĆ­an. Sin prisa por encontrarse con Ć©l, eran reticentes a prestar juramentos en su nombre. Para muchos, simplemente decir la palabra «Hades» ya era espantoso. De esta forma, se buscó un eufemismo que usar. Dado que los minerales preciosos venĆ­an de las profundidades de la tierra (es decir, del «inframundo» gobernado por Hades), se consideraba que tenĆ­a tambiĆ©n el control de Ć©stos, y se referĆ­an a Ć©l como Πλουτων Plouton (‘riqueza’ en griego), de donde procede su nombre romano: Plutón. Sófocles explicaba el hĆ”bito de referirse al Hades como «el rico» con estas palabras: «el sombrĆ­o Hades se enriquece con nuestros suspiros y lĆ”grimas». AdemĆ”s, se le llamaba ClĆ­meno (ĪšĪ»Ļ…Ī¼ĪµĪ½ĪæĻ‚, ‘cĆ©lebre’), Eubuleo (Ευβουλεος, ‘buen consejero’) y Polidegmon (ΔολυΓεγμων, ‘que recibe a muchos’).



Aunque era un olĆ­mpico, pasaba la mayor parte del tiempo en su oscuro reino. Temido y odiado, Hades personificaba la inexorable finalidad de la muerte: «¿Por quĆ© odiamos a Hades mĆ”s que a cualquier dios, si no es por ser tan adamantino e inflexible?», se preguntaba retóricamente Agamenón.[5] No era, sin embargo, un dios malvado, pues aunque era severo, cruel y despiadado, era no obstante justo. Hades gobernaba el Inframundo y por ello era con mucha frecuencia asociado con la muerte y temido por los hombres, pero no era la Muerte: la personificación real de Ć©sta era TĆ”natos.

Cuando los griegos apaciguaban a Hades, golpeaban sus manos con fuerza contra el suelo para asegurarse de que pudiera oírles. Animales negros, como ovejas, le eran sacrificados, y se cree que en algún momento incluso se le ofrecieron sacrificios humanos. La sangre de los sacrificios a Hades goteaba a un pozo para que pudiera llegar a él. La persona que ofrecía el sacrificio tenía que apartar su cara. Cada cien años se celebraban festivales en su honor, llamados los Juegos Seculares.



El arma de Hades era un cetro de dos puntas, que usaba para destrozar todo lo que se cruzase por su camino o no fuera de su agrado, igual que Poseidón hacía con su tridente. Esta enseña de su poder era un bastón con el que conducía las almas de los muertos hasta el mundo inferior.

Sus pertenencias identificativas incluían un famoso casco, que le dieron los Cíclopes y que hacía invisible a cualquiera que lo llevase. Se sabía que a veces Hades prestaba su casco de la invisibilidad tanto a dioses como a hombres (como a Perseo). Su carro oscuro, tirado por cuatro caballos negros como el carbón, siempre resultaba impresionante y pavoroso. Sus otros atributos ordinarios eran el narciso y el ciprés, la Llave del Hades y Cerbero, el perro de múltiples cabezas. Se sentaba en un trono de ébano.



Representaciones artĆ­sticas

Hades es raramente representado en el arte clƔsico, salvo en las representaciones del Rapto de PersƩfone.

TambiƩn se le menciona en la Odisea, cuando Odiseo visita el inframundo como parte de su viaje, si bien aquƭ se alude al lugar mƔs que al personaje.



Hades en la mitologĆ­a griega

PersƩfone

La consorte de Hades, y reina arcaica del Inframundo por derecho propio, antes de que los olímpicos helénicos se estableciesen, era Perséfone, presentada por los griegos como hija de Zeus y Deméter. Perséfone no se sometió a Hades voluntariamente, sino que fue raptada por éste mientras recolectaba flores con sus amigas. Hades amaba a Perséfone tan profundamente que no le permitió salir del inframundo. Su madre la echaba tanto de menos que lanzó una maldición a la tierra, produciendo una gran hambruna. Hades engañó a Perséfone para que comiese seis (o cuatro, según las versiones) semillas de granada, lo que hizo que no pudiese abandonar el inframundo ni con la ayuda de Zeus. Perséfone supo de la depresión de su madre y pidió a Hades que le dejase volver a la tierra de los vivos, con la condición de que pasaría con él un mes por cada semilla que había comido. Cada año Hades volvía con Perséfone en su carro al inframundo. La hambruna (el invierno) ocurría en los meses en los que Perséfone estaba con Hades, al retirar Deméter sus dones del mundo. En la primavera, cuando Perséfone se volvía a reunir con ella, Deméter hacía que la cosas crecieran de nuevo.



Orfeo y EurĆ­dice

Hades sólo mostró clemencia una vez. Debido a que la música de Orfeo era tan arrebatadoramente hermosa, permitió que éste se llevase a su esposa, Eurídice, de vuelta al mundo de los vivos con la condición de que ella caminase tras él y él nunca intentase mirarla a la cara hasta que estuviesen en la superficie. Orfeo accedió pero, cediendo a la tentación de mirar atrÔs, fracasó y volvió a perder a Eurídice, con quien sólo se reuniría tras su muerte.



Mente y Leuce

Como su hermano Zeus y otros dioses antiguos, Hades no era el mÔs fiel de los maridos. Según Ovidio, persiguió y amó intensamente a la hermosísima ninfa infernal Mente, asociada con el río Cocito. Una vez, su esposa Perséfone los encontró juntos y, presa de un ataque de celos, lanzó furiosa a la ninfa al suelo y la pisoteó. Hades transformó sus restos en la planta de la menta para que Perséfone no pudiera tomar mÔs represalias contra ella.

De forma similar, la ninfa Leuce, a quien también había violado, fue metamorfoseada tras su muerte natural por Hades en un Ôlamo blanco. Otra versión cuenta que fue transformada por Perséfone mientras estaba junto a la fuente de la Memoria.



Teseo y PirĆ­too

Hades encarceló a Teseo y Pirítoo, quienes habían prometido desposar a hijas de Zeus. Teseo eligió a Helena, la secuestró con la ayuda de Pirítoo y decidió retenerla hasta que tuviese la edad de casarse. Pirítoo eligió a Perséfone. Dejaron a Helena con la madre de Teseo, Etra, y viajaron al inframundo. Hades fingió ofrecerles hospitalidad y preparó un banquete. Tan pronto como la pareja se sentó, las serpientes se enroscaron en torno a sus pies, atrapÔndolos. Teseo fue finalmente rescatado por Heracles.



Heracles

El último de los doce trabajos de Heracles fue capturar a Cerbero. Primero viajó a Eleusis para ser iniciado en los misterios eleusinos. Hizo esto para absolverse a sí mismo de la culpa por haber matado a sus propios hijos y para aprender cómo entrar y salir vivo del inframundo. Encontró la entrada al inframundo en Tanaerum. Atenea y Hermes le ayudaron en la ida y vuelta del Hades. Heracles pidió permiso a Hades para llevarse a Cerbero. Hades accedió siempre que Heracles no le hiciese daño, aunque en algunas versiones, Heracles disparó una flecha a Hades. Cuando Heracles arrastró al perro fuera del Hades, pasaron por la cueva Aquerusia.



Hades (Saint Seiya)

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Hades
ćƒćƒ¼ćƒ‡ćƒ¼ć‚¹ (Hādēsu)
Sexo Masculino
Fecha de nacimiento 9 de Septiembre (a travƩs de la madre de Pandora)
Edad Desconocida
13 años (edad cronológica del hermano de Pandora)
Origen en Manga
Edad Desconocida
Altura 1.84 m
Peso 73 kg
Procedencia Alemania
Familia

* Pandora (hermana mayor de Ʃl reencarnado en humano)

Dominios Inframundo e ElĆ­seos


Hades (ćƒćƒ¼ćƒ‡ćƒ¼ć‚¹, Hādēsu?) es un personaje del manga y anime Saint Seiya conocido como Los Caballeros del Zodiaco. Es uno de los principales antagonistas de la historia ya que se ha enfrentado contra los Santos desde la Ć©poca mitológica.



BiografĆ­a

Hades nació en la Era mitológica como hijo del TitÔn Cronos y de Rea. Sin embargo fue devorado por su padre debido a que este pensaba que sus hijos algún día lo derrocarían. Es salvado por su hermano menor, Zeus y es así como este, junto con Poseidón una vez triunfantes, se reparten los reinos del mundo. Hades toma por posesión suya la tierra de la muerte, el Inframundo.



La primera Guerra contra Atenea (Era Mitológica)

Unas generaciones después, Hades observaba plÔcidamente desde el Inframundo al reino que le correspondía a Atenea, la Tierra. Es después de la Guerra Santa que esta sostiene contra Poseidón, que el Rey del Inframundo comienza su interés por el reino de Atenea. Junto a dos de sus mÔs grandes subordinados, Hypnos y Thanatos, y una orden de 108 Espectros regidos por estrellas demoníacas los cuales visten Sapuris, Hades levanta su espada para iniciar una feroz cruzada que duraría milenios, la Guerra por el dominio del mundo de los hombres contra Atenea.

Es así como estalla la primera Guerra Santa contra Hades en plena época mitológica. Se desconocen muchos detalles de este conflicto, lo único que se sabe es que el cuerpo de Hades, fruto de la unión de Cronos y de Rea es lastimado por primera vez en la historia por el Santo de Pegaso. Desde ese momento, el vínculo entre Pegaso, Hades y Atenea nace, el cual se prolongaría durante milenios. De inmediato, un malherido Hades regresa al Inframundo para esconder su cuerpo en los Campos Elíseos para regenerarse, lo cual lo obligaría en las siguientes Guerras a usar cuerpos huéspedes de los humanos mÔs puros para reencarnar demostrando con ello lo extremadamente celoso que es con su propio cuerpo.



En la Edad Moderna (Entre 1486 – 1493)

500 aƱos antes de la Ʃpoca actual, Hades resurge en plena Ʃpoca moderna. Los datos sobre esta Guerra Santa son prƔcticamente nulos, sin embargo los Mangas The Next Dimension y The Lost Canvas aportan valiosos datos.

Según The Next Dimension, al finalizar dicho conflicto, el alma de Hades es encerrada dentro de su propia espada, la cual reposa en un mausoleo cercano al Castillo Heinstein. The Lost Canvas aporta el relato de que sólo dos Santos lograron sobrevivir en dicha guerra, Sage de CÔncer y Hakurei de Altar (ambos son hermanos). Según ellos, los Dioses Gemelos Thanatos e Hypnos derrotaron a todos los Santos de Oro quedando solo Sage con vida, junto a su hermano el Santo de Plata Hakurei no tenían posibilidad de hacerles frente a estos terribles dioses. Hakurei es nombrado Patriarca del Santuario de Athena pero cede este puesto a su hermano menor quien lo ocupa hasta la siguiente generación. Las almas de los Espectros son selladas en la Torre ubicada mil kilómetros al este de Rozan. También se sabe que Athena les dejo una Espada protegida por las plegarias de esta diosa hacia sus Santos.



Guerra Santa de 1743

En la época de la ilustración, el Emperador Hades nuevamente hace aparición después de un periodo de 250 años de estar dormido. Sin embargo la historia de esta Guerra Santa se divide en dos mangas distintos, Saint Seiya The Next Dimension y Saint Seiya The Lost Canvas.

En Next Dimension: El cuerpo huésped de Hades es un joven pintor llamado Alone. Aparece por primera vez en un recinto ubicado en Italia, llamado los Campos Elíseos (debido a su parecido con los Elíseos del Inframundo). Cuando se encontraba recogiendo flores tranquilamente, llegan Shion de Aries y Dohko de Libra, quienes durante un instante no se lograban mover debido al poder del Emperador (quien aún no se había manifestado completamente), cuando dejar de emitir su Cosmos, Shion planea asesinarlo. Sin embargo es salvado por Tenma, amigo de infancia de Alone, quien huye junto a él. Cuando se encontraban hablando tranquilamente, Tenma observa detrÔs de su amigo la presencia de Hades, portando su enigmÔtica armadura. Es conducido por Pandora hacia un mausoleo donde el alma del Dios del Inframundo permanecía encerrada en la espada, Alone retira la espada y es poseído completamente. Finalmente, es guiado por Pandora hacia su castillo.



En The Lost Canvas: Todo comienza cuando Alone, un joven pintor Italiano recibe la visita de un misterioso sacerdote. Este le recomienda que visite un prado donde se encuentra una flor con un pigmento rojo, el cual le darĆ” el color que Alone estĆ” buscando por tanto tiempo, sin embargo se encuentra con una joven llamada Pandora en un hermoso y florido bosque, casi comparado en su hermosura a los Campos ElĆ­seos de la mitologĆ­a Griega. Esta lo besa haciendo que de esa manera, Hades encuentre un nuevo cuerpo para poder reencarnar. Alone obtiene un medallón en forma de estrella, con la inscripción “Yours Ever” (Tuyo por siempre). Al dĆ­a siguiente se despide de su amigo Tenma, quien parte al Santuario para entrenar como Santo de Pegaso, haciendo la promesa de que algĆŗn dĆ­a ambos se reencontrarĆ­an. Pasan 2 aƱos, y el joven Alone continuo pintando sus hermosos cuadros pero todo comienza a cambiar repentinamente, todo lo que Ć©l pinta, muere.

Es allí cuando vuelve a aparecer Pandora y lo lleva para que ambos visiten la catedral del bosque, donde se dice hay una pintura tan hermosa que haría llorar de emoción hasta a un criminal. Ambos llegan y se encuentran en la entrada con el sacerdote que 2 años atrÔs le había aconsejado a Alone visitar el lugar donde se encontró por primera vez con Pandora. El joven se sorprende al ver que en realidad los sacerdotes son dos, pero ambos totalmente idénticos entre sí. Entra desesperado para ver la pintura y no puede creer cuando ve que el "Santo" que se encuentra en ella no es otro sino el mismo Alone, vestido con la Sapuris Divina de Hades.



Es allí cuando él acepta su destino, él es Hades, el Rey del Inframundo y morada de la tierra de los muertos. Esa misma noche, da inicio la Guerra Santa de 1743. Se revela que Alone poseía una hermana menor, llamada Sasha, quien era nada mÔs y nada menos que la reencarnación de Atenea de aquellos tiempos. Unos días después, se produce la primera batalla de esta Guerra en la ciudad natal de Tenma, Alone y Sasha. Es así como Tenma convertido en Santo de Pegaso y Alone, la reencarnación de Hades se encuentran.

A Sangre fría, Tenma es asesinado por el Dios del Inframundo. La muerte de Tenma era necesaria, ya que la muerte es la salvación, son las palabras de Hades. Teniendo como base de operaciones la catedral del bosque (ahora ubicada en una colina), Hades envía su primer batallón al Santuario, liderado por el Juez Minos de Grifo.



Sin embargo, Hades sospecha algo y se dirige a sus dominios en el Inframundo, y es ahí donde se encuentra nuevamente con Tenma. El alma de Alone se denotaba mÔs que la de Hades, diciéndole a Tenma que no lo ha olvidado, y que se volverían a encontrar en el Santuario de Atenea. Después lo dicho por él se hace realidad, aparece en la Estatua de Atenea dispuesto a matar a Sasha, sin embargo es detenido por Tenma, (Quien hace su aparición después del sacrificio del Santo de Virgo, Asmita) y también por el Patriarca Sage de CÔncer. En medio del combate, el Santo de Sagitario Sisyphus recibe su propia flecha dorada, debido a la Maldición de Hades. Después de que apareciera Pandora, Hades se molesta y le recrimina porqué no lo deja actuar sólo, a lo cual después de una breve discusión ambos se van, no sin antes crear el "Lost Canvas" una pintura que recorre el cielo, la cual, cuando esté acabada serÔ el fin del mundo.

Días después, las sospechas de Pandora se hacen realidad, el alma de Alone estÔ sobresaliendo mÔs que la voluntad de Hades, así que envía unos Espectros para asesinar a Tenma, el causante de todo esto. Sin embargo no lo logran y Pandora es castigada por Alone por darle órdenes a sus espectros sin su autorización. Entonces ella, siguiendo las órdenes de Hypnos y Thanatos y utilizando el poder divino que estos dioses le otorgaron, envía a Alone a una prisión en lo mÔs profundo del Reino de Los Sueños (gobernado por Hypnos). Desde allí Alone sigue con su obra e incluso es capaz de intervenir en el sueño de Tenma y lo incentiva a que siga luchando, ayudÔndolo en el combate contra Morpheus. Luego el Dios del Sueño va a verlo y le reprocha el porque ha estado usando el poder que le ha concedido el Emperador del Inframundo para realizar su "sagrado trabajo" de matar a las personas brindÔndoles la salvación, ademÔs de manipular el ejército de espectros y a su familia. Le dice que el es un humano con una gran maldad. Hypnos expulsa del cuerpo de Alone lo último que quedaba de su alma humana, dÔndole lugar a Hades para que tome control completo sobre él. Hades dice entonces que la muerte es una condena y no una salvación y se prepara para cubrir la tierra con la oscuridad de la noche.



Luego de la caƭda de los Dioses del SueƱo, Hypnos aparece en el espacio donde se encontraba confinado Hades, y mediante sus palabras, logra que el alma de Hades finalmente despierte y tome control total del cuerpo de Alone. Ahora Hades estƔ mƔs que decidido a acabar con todo y castigar al mundo con la muerte y la oscuridad.

Cuando Hakurei estaba preparÔndose para destruir el kekkai (la última barrera del Castillo de Hades), el Dios del Inframundo aparece súbitamente, matÔndolo en el acto. Hades derrota fÔcilmente a Tenma, Shion, Yuzuriha y Dohko; eliminó intencionalmente la barrera del castillo, y usando una falsa imagen del Patriarca, asesinó a gran parte de las tropas de Athena. Luego se marchó al Lost Canvas, desde donde estableció su nueva fortaleza.



Luego de la derrota de Aiacos, Hades desciende a la tierra para castigarlo por su derrota, manipulando el cuerpo inerte de Violate. No obstante, la acción es interrumpida por Tenma de Pegaso, quien le muestra su nueva determinación al contrarrestar el poder de Dios y hacerlo estallar junto con su cosmos. Pero todo ese poder apenas logra herirlo. Hades estÔ dispuesto a asesinarlo cuando aparece Athena.

AsĆ­ comienza la batalla entre ambos Dioses. Pero Sasha utiliza su propia sangre, y Hades es herido por el poder divino de la misma. ParecĆ­a que el alma del dios iba a ser expulsado del cuerpo de Alone, cuando llega Pandora para auxiliarlo. Hades reacciona y le ordena a Pandora que se detenga, al tiempo que invita a Athena y sus Caballeros a que ataquen su fortaleza en el Lost Canvas.

Ya en su Atelier, le cura las heridas a Radamanthys, luego de que este le mostrara su lealtad arrancÔndose su corazón.



El regreso de Hades

Después de una sangrienta Guerra, sólo dos Santos sobreviven, Shion de Aries y Dohko de Libra. Las almas de los 108 Espectros a partir de ese instante, quedan bajo la supervisión del Santo de Libra, mientras que las almas de Thanatos e Hypnos son dejadas en una pequeña caja, muy cerca del Castillo Heinstein.

Pasan 243 años. Una joven Pandora reencarnada (era la reencarnación de la Pandora de The Lost Canvas) libera los espíritus de los Dioses Gemelos, tras un largo descanso. Estos le comunican que de su madre nacerÔ el espíritu de Hades, y que deberÔ tratarlo con mucho cuidado como si fuera su hermano mayor. También le dicen que el cuerpo que ha sido elegido para hospedar el alma del Emperador Hades, es el de un huérfano japonés, y este es Shun. Pandora intenta introducir el espíritu de Hades dentro de Shun, pero no lo logra, aun después de atacar al joven Ikki.

Así que decide dejar a Shun al cuidado de Ikki, pero le da un medallón en forma de estrella con una inscripción que dice "Yours Ever" (Tuyo por siempre), que Shun creería que era el último recuerdo de su madre, este medallón ataba el cuerpo de Shun al alma de Hades por la eternidad. Desde ese instante el espíritu del Emperador, reflejaba el aspecto de Shun cuando se aparecía a los Espectros. Durante un periodo de 10 años, Hades permaneció en el Inframundo, recibiendo en ese lapsus de tiempo a Santos como Orfeo.



El inicio de la Ćŗltima Guerra Santa (1987-1990)

En 1987, Hades despierta listo para cumplir sus metas, entre ellas, matar a Saori Kido, que es la reencarnación actual de Atenea. Para ello, nuevamente vuelve a juntar a sus 108 Espectros, para así destruir de una vez por todas las órdenes de los Santos. Aunque en esta ocasión no sólo posee a sus leales guerreros, para esta batalla resucita a los Santos de Oro muertos en la batalla de las Doce Casas, prometiéndoles una nueva vida si sirven a sus fines.(En la versión animada de esta saga, también revive a los santos de Plata).

Shura, MÔscara de la Muerte, Camus, Afrodita, Saga y Shion son revividos por el Dios, mientras la batalla avanza toma finalmente posesión del cuerpo de Shun. Cuando esto ocurre, comienza su plan para dominar a todo el planeta: crear un eclipse que alinearÔ no sólo a la luna con el sol, sino a todos los planetas del sistema solar. Eso traería una era de oscuridad que permitiría al Dios gobernar la Tierra en lugar de la Diosa Atenea.

Mientras descansa bajo la guardia de su hermana Pandora, es visitado por Shaka de Virgo, que intenta un ataque suicida para terminar con el Dios; aunque no puede concretarlo porque es la mismĆ­sima Atenea la que llega a dar batalla. Hades forcejea con la Diosa, y pese a que el primero parece obtener la victoria, la protectora de la Tierra usa todo su Cosmos, su sangre y con la ayuda del espĆ­ritu de Shun, saca al Dios del cuerpo del joven guerrero. Pero antes de desaparecer junto con Atenea, conjura por completo el Eclipse tan temido por todos.



El Hades de la MitologĆ­a

Su espíritu vuelve a los Campos Elíseos, llevÔndose consigo a Atenea. Hades se resguarda en una estatua que posa sobre el Templo donde descansa su cuerpo real. Ya conociendo la situación de Atenea dentro de la Vasija que va matÔndola minuto a minuto, siente que su victoria esta cerca, pero ve como sus dos mejores guardianes, Hypnos y Thanatos, mueren a manos de los Santos de Bronce (que ahora visten armaduras divinas, las cuales son muy parecidas a las de los mismos dioses) y se acercan peligrosamente hacia donde estÔ encerrada Atenea, intentando liberarla.

Sin embargo, Hades no desea que la Diosa salga a darle lucha y golpea a los Santos del Fénix y de Pegaso desde la distancia, haciéndoles darse cuenta de que dentro del Templo se encuentra el verdadero enemigo, el cual resurge completamente después de milenios para la batalla final. Viéndose obligado, Hades nuevamente usa su cuerpo mitológico. Una vez fuera, levanta el Ánfora donde esta Atenea y amenaza con hacerla pedazos con su espada, pero Ikki (que gracias a la sangre de la Diosa obtuvo su armadura divina) se interpone, cayendo gravemente herido. Seiya mira al Dios directamente y le dice que tiene unos ojos hermosos, con un color increíble y dice que como puede ser posible que unos ojos (que según palabras de Seiya, parecian un profundo lago), pertenecieran al dios del inframundo. Pero él lo interrumpe, diciéndole que los humanos le dan mucha pena por sus actitudes egocéntricas. Pretender aún mÔs de la Tierra que los Dioses tan generosamente les han entregado y que ahora esté llena de males como la corrupción y los celos, todavía tener el descaro de enfrentarse ante los que les han dado el mundo en el que viven, ya que antes los Humanos veneraban a los Dioses con admiración y temor, pero ahora se atreven a morder la mano de quien les ha dado de comer.



Seiya no estÔ de acuerdo con lo que Hades dice, ya que el no cumple los requisitos para ser un Dios venerado, ya que no es justo. Hades no contesta y lo vuelve a golpear a Seiya que recibe el impacto cerca del estómago. Pegaso vuelve a repetirle que no se separarÔ de Atenea, por lo que el Emperador amenaza con cortarlo a él por la mitad junto a la Diosa, cuando el ataque conjunto de Shun, Shiryû y HyÓga lo detienen, dejÔndolo levemente aturdido. Los 5 Santos unen sus Cosmos en un ataque final directo al Dios, que es alcanzado por este pero lanza su propio golpe a los Santos, rompiendo sus Armaduras Divinas (en el Manga).

Pese a que el no sintió el golpe al instante, ve que su Armadura Divina ha sido quebrada en algunas partes y ha sido herido en la cabeza. Hades se pone furioso al notar que unos simples humanos han logrado herirlo y todavía no salía de su asombro cuando ve a Seiya levantarse. Lo ve mejor y nota cierto parecido con alguien a quien ya había visto en la anterior Guerra Santa, y también, en la Era Mitológica. Al hacer mÔs memoria se da cuenta de que ese rostro, era igual al del Santo que había sido capaz de herirlo, y justamente aquél era el Santo de Pegaso. Hades se enfurece al darse cuenta que Seiya era la reencarnación de aquel guerrero y también, de Tenma, advirtiéndole que lo destruirÔ así nunca volverÔ a renacer para volver a herirlo.

Pegaso no entiende nada pero no abandona su misión de derrotarlo, así que corre para golpearlo con su Pegasus Ryû Sei Ken, pero cae por el inmenso poder del Dios, perdiendo la estatuilla de Atenea en la caída, intenta recuperarla, pero Hades con su espada le atraviesa la mano. Hades estÔ listo para darle el golpe final, cuando un poder detiene su espada y protege a Seiya al igual que los demÔs Santos, es Atenea, que estÔ recuperando toda su sangre de la Vasija, y sale con su Armadura Divina, lista para terminar con Hades de una vez por todas.




Una batalla entre Dioses

Apenas la ve, corre a matarla con su espada, pero ésta se defiende con su escudo. Hades le pregunta porqué siendo una Diosa lucha en favor de los estúpidos humanos, que ya han salido de todo control, y que no pueden ser dejados solos, sino pierden todo control, y si no fuera por el temor a la muerte, al tormento eterno que el ha infundido a la humanidad, la Tierra sería un lugar caótico.

Atenea contradice sus palabras, diciéndole que no hay humano que no cometa un error ya que no es un Dios, y que su gran error ha sido querer que todos paguen sus errores después de la muerte. Hades se enfurece y ataca mÔs fuerte con su espada y pese a que Atenea se protegió con el escudo, queda golpeada ante la fuerza del envío. El Dios comprende que jamÔs llegarÔn a un acuerdo y es hora de que muera junto a los humanos que tanto ama, de una vez por todas para así no volver a repetir una Guerra Santa. Por ello arroja su espada con toda su fuerza directo a ella, en un ataque que mataría a la Diosa sin duda, pero la espada se topa con Seiya que usa todo su poder para golpear al Emperador y dejarlo herido, ante el total asombro y descontento del poderoso Hades, que aún no comprende como unos simples humanos pueden hacerle tanto daño.



La Derrota de Hades.

Pese a ese buen golpe, Hades no se rinde, su espada ha herido mortalmente Seiya, dejandolo aparentemente sin vida, y ha vuelto a sus manos llena de la sangre del valiente guerrero. Le reprocha a Atenea que no haya aprovechado la oportunidad que Pegaso le dio para matarlo; pero ella se levanta y le dice que él al no conocer el amor y miles de cosas que hacen fuertes a los humanos, no es capaz de juzgarlos. Es así como Hades se enfada y trata de repetir el ataque que mató a Seiya, pero esta vez HyÓga, Shiryû, Ikki y Shun se lo impiden elevando sus Cosmos a un punto que supera al Dios. Atenea arroja su bÔculo ayudada por la energía de sus Santos y atraviesa el cuerpo de Hades.

Es el fin, Hades se ve derrotado, pero antes de morir, les advierte que morirƔn, porque si Ʃl desaparece, los Campos Elƭseos y el Inframundo tambiƩn desaparecerƔn junto a Ʃl. Finalmente, desaparece junto a sus dominios.


Habilidades

* Posee una espada poderosĆ­sima, con la cual puede enfrentar cualquier ataque y atravesar al enemigo.
* Tiene la habilidad de resucitar a cualquier clase de espectro.
* Puede realizar el MƔximo Eclipse.
* Es tan poderoso como Zeus y Poseidón.

Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Hades_(Saint_Seiya)"
CategorĆ­a: Personajes de Saint Seiya


Tras haber eliminado a Cronos, los tres hermanos triunfantes, Zeus, Poseidón y Hades, tuvieron el problema de repartirse el imperio; pusieron en el interior de un yelmo tres símbolos y confiaron en la suerte. Al primero le correspondió el cielo, al segundo el mar y al tercero los Infiernos. Tierra y Olimpo, en cambio, se consideraron territorio común a los tres. Veamos cómo nos relata Homero el sorteo, en palabras de Poseidón:
Tres hijos varones nacieron de Cronos y Rea:
Zeus, yo y el tercero, Hades, que reina sobre los muertos. El mundo se dividió en tres partes, una para cada uno de nosotros: a mí me tocó en suerte habitar siempre en el mar que blanqueó la espuma; a Hades, en cambio, las sombras y la niebla, y a Zeus el inmenso cielo, en el éter siempre entre las nubes, en tanto que la Tierra y el Olimpo nos pertenecen en común a los tres.
(IlĆ­ada, XV, 187 y sig.)


En una antigua Ć”nfora griega se puede ver a los tres hermanos en el momento del sorteo: Zeus tiene en sus manos el rayo, Poseidón el tridente y Hades el yelmo que lo vuelve invisible. El pintor del recipiente, al no poder representar la invisibilidad, nos lo muestra con el rostro vuelto hacia la parte opuesta. Efectivamente, la palabra hais, o haides o hades significa «invisible», y tambiĆ©n «aquel que vuelve invisibles a los demĆ”s». AllĆ” abajo, en los Infiernos, estaba absolutamente prohibido mirar a la cara a Hades o a su esposa PersĆ©fone: quien transgredĆ­a esa prohibición se volvĆ­a, a su vez, invisible.

Intentemos ahora describir el reino de la Ultratumba, teniendo en cuenta las distintas descripciones de los pricipales «infiernólogos". Nunca se ha sabido bien dónde se encuentra su entrada. Los que han tenido la suerte de hacer alguna visita mĆ”s o menos rĆ”pida, para salir luego «a ver nuevamente las estrellas»,' es decir, Orfeo, Heracles, Teseo, Ulises, Eneas y Dante Alighieri, nunca han sido demasiado explĆ­citos al respecto. Hay quien habla de 'un bosque de blancos chopos a orillas del rĆ­o OcĆ©ano' (Pausanias, X, 28 1), o de «umbrĆ­os sitios del Tenaro, promontorio de la Laconia» (Biblioteca de Apolodoro, II, 5 16), o de «una profunda caverna de vasta abertura, protegida por un lago negro y las tinieblas de los bosques» (Virgilio, Eneida, VI, 236), o, por Ćŗltimo, de 'una selva oscura' (Dante, Infierno, 1, 2).


Con las palabras «luego salimos a ver nuevamente las estrellas» cierra Dante el canto xxxiv y Ćŗltimo del Infierno en su Divina Comedia.
En lo que todos estƔn de acuerdo es en que justamente donde empieza el MƔs AllƔ estƔ el Aqueronte, rƭo tenebroso, con un barquero mƔs tenebroso todavƭa, llamado Caronte, que, ademƔs, pretende que le paguen el viaje. Por eso, los griegos tenƭan la costumbre de poner una moneda en la boca de los cadƔveres, a fin de que estuvieran en condiciones de pagar el transporte.


Sajoh

4 comentarios:

Pablo J dijo...

Primi, interesante información mitológica, un poco largo pero bien.

Aún así, debo decir que contiene demasiadas (nótese: demasiadas) imÔgenes que no tienen nada que ver con el post en cuestión, que hacen muy dificultosa la lectura pues no permiten leer con claridad ni siquiera desde google reader que tiene fondo blanco.

Te lo dejo como sugerencia para otras ocasiones. El uso excesivo de imÔgenes (sobre todo si no tienen nada que ver) causa en los lectores de un artículo cierto rechazo, por lo que la mayoría incluso pueden no terminar de leer la información.

Bye bye!

Sajoh dijo...

Jajaja, tienes razon... Ya lo arreglare...

Unknown dijo...

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Anónimo dijo...

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